Antidepresivo 61

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Los antidepresivos Publicado 15 de junio 2006 Los fármacos utilizados para tratar la depresión clínica, una condición médica caracterizada por sentimientos de muchos años de tristeza, la apatía y la desesperanza. Las personas con diabetes son especialmente propensos a la depresión: Según algunas estimaciones, 15 a 30 de las personas con diabetes pueden sufrir de depresión en un momento dado. La depresión puede empeorar el control de la diabetes haciendo que la gente menos activa y menos alerta sobre el cuidado de la diabetes. Muchas personas se sienten s capacidad para llevar a cabo las tareas diarias o para disfrutar de las actividades de que gozaba son signos de depresión, en la que el cerebro no está funcionando correctamente. Otros signos de la depresión incluyen tener insomnio o dormir demasiado, pérdida de apetito y pérdida de peso (o comer demasiado y aumentar de peso), y falta de energía. Dado que la depresión puede ser debilitante y conlleva el riesgo de suicidio, se debe considerar una enfermedad grave. Si experimenta síntomas de la depresión, asegúrese de consultar a su equipo de atención médica. En ciertos casos, los antidepresivos pueden estar justificados, y profesionales de la salud tienen ahora un número de diferentes tipos de antidepresivos para elegir. Uno de los primeros tipos de antidepresivos, que llegó a estar disponible a finales de 1950, son los antidepresivos tricíclicos, que incluyen imipramina (nombre de marca Tofranil), la amitriptilina (Elavil, Endep), nortriptilina (Pamelor), y desipramina (Norpramin). Estos medicamentos son tan efectivos como los antidepresivos más nuevos, pero tienen efectos secundarios más desagradables, que incluyen boca seca, estreñimiento, problemas de vejiga, disfunción sexual, visión borrosa y somnolencia. Otro tipo más antiguo de antidepresivos, los inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO) como tranilcipromina (Parnate), puede beneficiar a las personas con depresión que enviaban adecuadamente ayudados por otros antidepresivos. Los efectos secundarios de los inhibidores de la MAO incluyen inquietud, insomnio, debilidad, somnolencia, sequedad de boca, náuseas, diarrea y estreñimiento. Ciertos alimentos, bebidas y medicamentos pueden interactuar de forma peligrosa con inhibidores de la MAO, por lo que las personas deben ser instruidos cuidadosamente en su uso. Si parece que más y más personas están tomando antidepresivos, esto puede reflejar el hecho de que muchos de los antidepresivos más nuevos tienen menos o menos pronunciados efectos secundarios que los de mayor edad. Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), que incluyen la fluoxetina (Prozac), sertralina (Zoloft), paroxetina (Paxil) y citalopram (Celexa), trabajan principalmente en un neurotransmisor, o mensajero químico del nervio, llamado serotonina. Los ISRS funcionan tan bien como los antidepresivos más antiguos, pero tienen menos efectos secundarios. Otros antidepresivos nuevos (no-ISRS) incluyen la venlafaxina (Effexor), nefazodona (Serzone), y el bupropion (Wellbutrin). Los efectos secundarios de estos fármacos más nuevos incluyen problemas sexuales, dolor de cabeza, náuseas, nerviosismo e insomnio. Por lo general toma de seis a ocho semanas para que los antidepresivos empiezan a trabajar. Los efectos y los efectos secundarios varían de una droga a otra y de una persona a otra, por lo que parte del trabajo de los profesionales de la salud es de adaptar la elección del antidepresivo para el individuo. Si usted es el antidepresivo teniendo parece ineficaz después de ocho semanas o tiene efectos secundarios desagradables, su proveedor de atención médica puede cambiar su dosis o comenzar con un antidepresivo diferente. Nunca deje un antidepresivo sin consultar a su equipo de cuidado de la salud: En la mayoría de los casos, la dosis debe disminuirse gradualmente y con cuidado para evitar los síntomas de abstinencia. Este artículo fue escrito por Robert S. Dinsmoor, editor colaborador de autocontrol de la diabetes. Declaraciones de responsabilidad: Las declaraciones y opiniones expresadas en este sitio web son las de los autores y no necesariamente las de los editores o anunciantes. La información proporcionada en este sitio Web no debe ser interpretado como la instrucción médica. Consultar a los profesionales de la salud antes de tomar medidas apropiadas sobre la base de esta información.